Poema "Pandemia". Del libro "Diario de una cuarentena"
PANDEMIA
Otoño 2020
Calles desiertas
Las veredas, hasta hace poco muy
concurridas,
hoy están habitadas por las primeras
hojas
derramadas por el otoño naciente.
El sol
irradia con suaves rayos
sobre los árboles y sus pájaros.
Algunos transeúntes van con mascarilla
blanca.
Manos desiertas
Frente a los comercios habilitados,
largas filas de individuos
silenciosos.
Han tomado distancia, a más de un
metro
de sus congéneres más próximos.
En la plaza “Unidad latinoamericana”
una mujer mendiga al aire y
murmura palabras inentendibles.
A su lado, un policía vigila
que nadie esté paseando.
Solicita a una joven con su San
Bernardo
que abandone su recreo y regrese a
casa.
Pasan algunos autos desafiando la
reclusión.
Corazones desiertos
Buenos Aires se ha tornado
una enorme jaula de metal, sin
barrotes.
Su gente intenta salir, huir de allí.
Es inútil. No hay adónde ir.
El cielo celeste, infinito, profundo…
¡Cómo se alargan las horas!
¡Qué silencio!
Hasta se escucha el sonido de la brisa
que acaricia las hojas, meciéndolas
suavemente.
Hay incertidumbre,
se percibe el aroma del miedo.
Pasan los segundos, los minutos, las horas…