HISTORIA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS. UN PLOMO PARA LOS PENALES

 DEL LIBRO:

                       "HISTORIAS INSÓLITAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS". 

                         AUTOR: LUCIANO WERNICKE



UN PLOMO PARA LOS PENALES

                                                                           ATENAS 2004

    En Atenas, la FIFA continuó con su insoportable costumbre de designar árbitros de países con escasa o nula tradición futbolística.
    En el choque de primera ronda entre Serbia y Montenegro y Túnez, que definía la clasificación a la segunda ronda, el juez elegido fue Charles Ariiotima. La planilla oficial del partido señalaba que el referí era de nacionalidad tahitiana, lo cual era incorrecto porque Tahití es sólo la mayor de las islas de la Polinesia Francesa, que no es un Estado independiente sino un territorio francés  de ultramar en el Pacífico.
    De cualquier manera, tahitiano, polinesio o francés, Ariiotima -un hombre que trabajaba como plomero- demostró que no estaba preparado adecuadamente para manejar el espíritu del reglamento de fútbol.
     El 17 de agosto, en el estadio de la ciudad de Patras, situada a 200 km. de Atenas, balcánicos y africanos igualaban en un tanto, hasta que el referí, a los 78 minutos de juego, marcó un penal para Túnez. La ejecución estuvo a cargo de Mohamed Jedidi, quien disparó y venció al arquero Nikola Milojevic. Pero, mientras los africanos festejaban, Ariiotima anuló la conquista por la presunta invasión de un jugador tunecino. Jedidi volvió a rematar, la pelota volvió a entrar y el árbitro volvió a invalidar el tanto por un supuesto adelantamiento de un africano. La historia no terminó allí: el penal fue ejecutado y derogado tres veces más, una por otra hipotética invasión de área, y dos, atajados por Milojevic, porque el referí creyó que el arquero se había adelantado a los disparos. La increíble situación provocó carcajadas a los 7.000 espectadores y puso los pelos de punta a los jugadores, que no entendían nada.
    Luego de diez minutos de parodia, Jedidi pateó su sexto penal -fuerte y al medio- y el árbitro polinesio, convencido que el trámite se había cumplido de acuerdo con las normas, concedió el tanto.  Los compañeros del goleador, por las dudas, se habían quedado esperando en la mitad de la cancha.
    El seleccionado de Túnez se impuso finalmente por 3 a 2, pero quedó eliminado pues Argentina debía golear a Australia para lograrlo y solamente le ganó 1 a 0.
    Ariiotima no volvió a dirigir en Grecia y regresó a casa para continuar con su labor como plomero. Una profesión que no debió haber descuidado tantos días por nada del mundo.

AÚN NO ESTABA EL VAR... 
 



    

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