Elsa Bornemann

Biografía de Elsa Bornemann


Elsa Bornemann nació en Buenos Aires, el 20 de febrero de 1952, en el barrio de Parque de los Patricios, en la ciudad de Buenos Aires. Hija de Blanca Nieves Fernández, una argentina descendiente de portugueses y españoles, y de Wilhelm Karl Henri Bornemann, un alemán, de profesión relojero, experto en relojes de torres y campanarios. Era la más pequeña de tres hermanas: Hilda, Margarita y Elsy, como la conocían los íntimos y como solía firmar cartas y dedicatorias a sus lectores.

Fue Profesora en Letras, egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y realizó estudios de inglés, alemán, italiano, latín y griego.
Ejerció la docencia en todos los niveles, dictó muchos cursos y conferencias, integró variedad de mesas redondas y jurados, asistió a múltiples seminarios y congresos como invitada especial, y dio numerosas charlas en establecimientos educativos y culturales.
Fue una de las más destacadas escritoras argentinas para niños y jóvenes. Comenzó a publicar libros para ellos en los años 70 y su literatura sigue vigente, recolectando el aprecio de los lectores, que se renuevan de generación en generación.
Su obra abarca el cuento, la novela, la poesía; el amor, el humor y el terror. Compuso también canciones y piezas teatrales y ha elaborado antologías de cuentos tradicionales de diferentes etnias, ensayos, traducciones y prólogos. Muchas de sus obras se han publicado en Japón, Israel, Estados Unidos y diversos países de Latinoamérica y Europa. Recibió un amplio reconocimiento nacional e internacional.

Falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 2013.

Poemas de amor
Para vivir

Para vivir
yo inventé un lugar:
castillo en el aire
donde es posible
risa y cantar...
Nunca imaginé
que allí te iba a encontrar.
Ahora para soñar,
somos dos.

Para vivir
palabras junté,
sólo las más hermosas
dentro del alma
coleccioné...
Que estaban en ti
cómo iba a saber...
Ahora, para crecer,
somos dos.


Para vivir
pensé en el amor,
sol de medianoche
sobre la sombra a mi alrededor.
Nunca imaginé
que en tus ojos lo iba a ver.
Ahora, para querer,
somos dos.



Romancito de todos los colores

Blanca cuando te encontré. 
Cuando te miro, rosada, 
o —de sol entre los ojos—
Te pones anaranjada.
Azul azul cuando ríes
te vuelven las carcajadas 
y tu sonrisa es celeste,
fruta negra en la mirada.
Juegas de verde o violeta; 
si sueñas, otra vez blanca.
Grisecita cuando lloras,
por lluviosa y por nublada.
No sé por qué me pareces 
amarilla cuando callas, 
como si sombra de trigo 
sobre ti se reflejara. 
Sólo me falta encontrarte
colorada colorada:
será cuando con un beso 
yo te tiña, enamorada.





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