PRIMAVERA Y POESÍA
PRIMAVERA Y POESÍA
Invitación a la lectura placentera
Juan Ramón Jiménez
La primavera es uno de los motivos que aborda la poesía, ya
sea como símbolo de nacimiento, de creación; ya sea como momento propicio para
el amor o, por el contrario, como contraste entre el dolor, la soledad y la
tristeza del yo frente a la naturaleza que se empeña en mostrar todo su
esplendor.
LES REGALO ALGUNOS DE LOS POEMAS MÁS FAMOSOS SOBRE ESTA
ESTACIÓN DEL AÑO TAN ESPECIAL…
MARIPOSA
Quisiera
hacer un verso que tuviera
ritmo de Primavera;
que fuera
como una fina mariposa rara,
como una mariposa que volara
sobre tu vida, y cándida y ligera
revolara
sobre tu cuerpo cálido de cálida palmera
y al fin su vuelo absurdo reposara
–tal como en una roca azul de la pradera–
sobre la linda rosa de tu cara…
Quisiera
hacer un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera
y que cual una mariposa rara
revolara
sobre tu vida, sobre tu cuerpo, sobre tu cara.
NICOLÁS GUILLÉN
DOÑA
PRIMAVERA
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontrarlas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas…
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
GABRIELA MISTRAL
CON LA
PRIMAVERA
Con la primavera
viene la canción,
la tristeza dulce
y el galante amor.
Con la primavera
viene una ansiedad
de pájaro preso
que quiere volar.
No hay cetro más noble
que el de padecer:
sólo un rey existe:
el muerto es el rey.
JOSÉ MARTÍ
PRIMAVERA
Abril,
sin tu asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque abril no te abra a ti sus flores,
tú siempre exaltarás la primavera.
Eres la primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.
¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa
el surtidor de nuestra sola fuente!
Mi corazón recogerá tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente...
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
LA PRIMAVERA BESABA…
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de
abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
– recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
ANTONIO MACHADO
PARA TENER EN
CUENTA
Cómo describe Machado esta estación del año.
El poeta habla de una estación que ‘besa’ la arboleda.
¿Cómo son los besos?
Si te fijás, el poema
encierra una bella metáfora. La primavera es para el poeta esa juventud que ya
pasó. Ahora, que se encuentra en la mitad de la vida, echa de menos esos días
que para él eran como la primavera con su explosión de energía y de nuevas
sensaciones. La añoranza por los días no disfrutados de la juventud, lo llenan
de desasosiego.
PRIMAVERA
I
¡Llegarás primavera!
Un sentimiento inexplicable
irrumpirá en mi cuerpo
aterido y solitario.
Querré volar,
sentir aquel jardín
que habita mis sueños
cubierto de flores,
de duendes dorados
y espíritus amados.
¡Llegarás primavera!
Escucharé mis latidos,
bullirá mi sangre.
Contemplaré
con ansias
el horizonte
en el final de la tarde.
¡Llegarás primavera!
Repicarán las risas
de jóvenes parejas
en los parques.
La vida se renueva
con el cantar de los pájaros.
¡Llegarás primavera!
¡Y esta vez...
no te dejaré escapar!
II
Sobre el paisaje florido
caen los últimos
rayos del sol
que tanto adoro.
La gran bóveda celeste
cubre a todos los seres
con matices rojos.
¡El mundo parece renacer!
Se respira el aire límpido
de una tarde tibia,
teñida de tímidos verdes
en sus diferentes tonos.
Tu figura grácil
irradia una luz nueva,
tu pelo suelto al andar
se mece, refleja.
La primavera besa los álamos
del valle lejano.
Te veo correr.
Tus manos extendidas
buscan el infinito.
¡Hermoso cuadro!
¡Bello paisaje
nacido en el corazón
de un soñador melancólico!
RAFAEL GARCÍA