ESCARAPELA Y BANDERA NACIONAL ARGENTINA
Día de la Escarapela, el primer símbolo patrio
El 18 de mayo celebramos el día de la Escarapela
Nacional.
¿Saben por qué?
No se
conoce con certeza cuándo se creó ni cómo se eligieron sus colores, pero en 1935
se designó esta fecha para homenajear a nuestro primer símbolo patrio.
Durante
mucho tiempo se difundió que el 25 de mayo de 1810 Domingo French y Antonio
Beruti habían repartido escarapelas para identificar las personas que estaban a
favor de la revolución. Sin embargo, no hay muchos documentos que lo demuestren.
Otros estudios, en cambio, sostienen que la insignia ya se utilizaba desde las
invasiones inglesas (1806-1807).
Lo que sí se puede afirmar es que fue Manuel
Belgrano el que impulsó su uso.
"Sea
la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de
color blanco y azul celeste", estableció el Triunvirato, el 18 de
febrero de 1812, a pedido de Manuel Belgrano. Muchos
años después, en 1935, el Consejo Nacional de Educación eligió una fecha
para homenajear a la insignia y decretó que fuera el 18 de mayo.
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El origen de
la escarapela tiene vital importancia en la historia argentina porque fue el
primero de los símbolos patrios en nacer y, además, marcó el camino: tras su
aprobación, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores; ésa que izó por
primera vez a orillas del río Paraná, en Rosario, el 27 de febrero de 1812.
El escudo y el
himno, los otros dos símbolos de nuestro país, aparecieron un año después. El
Escudo de la República Argentina fue aceptado oficialmente el 12 de marzo de
1813; mientras que el himno fue aprobado como "Marcha Patriótica" el
11 de mayo, también de 1813.
FUENTE. http://abc.gob.ar/dia-de-la-escarapela-
(Gobierno de la Provincia de Buenos Aires)
LECTURA
COMPLEMENTARIA
SOBRE LA ESCARAPELA, BELGRANO Y LA BANDERA NACIONAL
En 1812 Belgrano llegó a
Rosario para montar dos baterías que defendieran las costas de posibles
invasiones realistas. “El 18 de febrero le envía una carta al
Triunvirato consultando acerca de si podría usarse algún emblema para
diferenciar a las tropas que él conducía de las tropas enemigas”. El
Triunvirato le permitió usar la escarapela. Pero Belgrano fue “un poquito más allá”: el 27 de febrero, sin
autorización del Triunvirato, izó una bandera con los mismos colores que la
escarapela, y ese mismo día le escribió al Triunvirato narrando el hecho. Al
Triunvirato no le cayó muy bien porque aún no se había declarado la
independencia, éramos leales a Fernando VII, y no estaba claro eso de tener una
bandera propia.
Carta del Primer Triunvirato a Belgrano
“Este Triunvirato ha dispuesto que haga pasar
por un rasgo de entusiasmo el enarbolamiento de la bandera blanca y celeste,
ocultándola disimuladamente y sustituyéndola con la que se le envía, que es la
que hasta ahora se usa en esta fortaleza (en referencia a la bandera de
España)”.
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Belgrano no recibió esa
carta, porque llegó a Rosario cuando él ya se había ido como jefe del Ejército
del Norte a Jujuy, a donde el 25 de mayo volvió a izar la bandera celeste y
blanca. “El Triunvirato se enoja más y le envía una segunda advertencia”
Belgrano le contesta al
Triunvirato. “La bandera la he recogido, y la desharé para que no haya ni
memoria de ella, y se harán las banderas del Regimiento N°6, sin necesidad de
que aquella se note por persona alguna, pues si acaso alguien me pregunta por
ella, responderé que se reserva para el día de una gran victoria por el
Ejército. Y como éste está lejos, todos la habrán olvidado y se contentarán con
lo que se les presente”.
Durante muchos años ese
primer izamiento de la bandera, en 1812, quedó olvidado. Hasta 1857, cuando se
recuperó a Belgrano y se lo colocó en el panteón de los héroes de la Patria.